Starmer propone crear una empresa pública energética para hacer frente a la crisis

Fricciones dentro del Gobierno de Liz Truss por la respuesta a la caída de la libra Leer

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El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, ha propuesto la creación de una empresa pública, Great British Energy, como respuesta a la crisis energética. En un discurso en la conferencia nacional de su partido en Liverpool, Starmer acusó a la premier Liz Truss de «haber perdido el control de la economía» tras el desplome de la libra y propuso una batería de medidas alternativas en un hipotético Gobierno laborista.

«Crearemos una empresa nacional que aprovechará la posición de ventaja del Reino Unido en energías renovables», aseguró Starmer. «Y lo haremos porque es la respuesta adecuada para crear empleo, para crecer económicamente y para lograr la independencia energética de tiranos como Putin».

Starmer precisó que sus planes no equivalen a una nacionalización parcial del sector energético y que Great British Energy competirá en igualdad de condiciones con las compañías privadas suecas (como Vattenfall) o francesas (EDF) ya establecidas en las islas británicas. El líder laborista recordó también cómo la energía nuclear en el Reino Unido se apoya en gran parte en tecnología china.

«Nunca aceptaré una excusa como la guerra de Ucrania para reconocer que este país no está preparado para evitar una caída», dijo Starmer. «La guerra no nos impide explotar la energía eólica marina, o aislar las casas, o desarrollar nuestra propia energía nuclear. Son los «tories» quienes lo han impedido».

«Los conservadores han perdido el control de la economía, pero no para favorecer a la gente trabajadora, sino para beneficiar al 1% de los más ricos del país con su recorte de impuestos», recalcó el líder laborista, ante la caída libre de la libra y la previsible nueva subida de los tipos de interés que el martes desató el pánico de las hipotecas entre los británicos. «No lo olvidéis y no les perdonéis. La única manera de parar todo esto es con un Gobierno laborista».

El tumulto creado por la caída de divisa británica ha provocado de hecho el despegue en las urnas del Partido Laborista, con 17 puntos de ventaja sobre el Partido Conservador (45% a 28%) según el último sondeo de YouGov, que refleja la creciente preocupación de los británicos por la marcha de la economía. El Gobierno de Liz Truss se vio de nuevo en la marejada creada por el anuncio del recorte de impuestos, entre informaciones sobre las supuestas fricciones entre la «premier» y el secretario del Tesoro Kwasi Kwarteng, que el marte se reunió con directivos de los grandes bancos de la City para aplacar la creciente preocupación por el desplome de la libra.

Según revelaron fuentes gubernamentales a The Guardian, Truss y Kwarteng discrepan sobre la necesidad de emitir un comunicado el lunes por la tarde para «calmar» a los mercados y anticipar la publicación detallada de los planes de recortes fiscales del nuevo Gobierno a mediados de noviembre.

El economista-jefe del Banco de Inglaterra Huw Pill anticipó el martes una «significativa respuesta monetaria» y disparó las especulaciones sobre una nueva revisión al alza de los tipos de interés esta semana, tras la subida fijada al 2,25% el jueves pasado.

Los grandes bancos retiraron el martes hasta 300 productos financieros vinculados a préstamos hipotecarios, mientras decenas de miles de británicos se ven en la tesitura de tener que renegociar los pagos mensuales de sus hipotecas

«Lo que hemos visto estos días no tiene precedentes», declaró el líder laborista Keir Starmer, ante el efecto en cadena provocado por el recorte de impuestos de Liz Truss. «El Gobierno ha perdido el control de la economía ¿Y todo para qué? Para recortar los impuestos a los más ricos del país».

Starmer ofreció su plan alternativo de los «100 primeros días de un Gobierno laborista», con la congelación de las tarifas de la luz y el gas, la responsabilidad fiscal ante la inflación y la inversión en renovables ante la crisis energética.

«No podemos dejar pasar la oportunidad de liderar el mundo en energías limpias y vehículos eléctricos», recalcó. «Nuestro plan convertirá el Reino Unido en un superpoder con crecimiento económico».