Repsol, Cepsa, BP… las petroleras ceden ante Ribera y descuentan hasta 29 céntimos por litro de carburante

Tras casi dos semanas de inactividad (a excepción de una propuesta rechazada) durante el paro de los transportistas, el Gobierno finalmente llegó a un acuerdo con el Comité Nacional del Transporte por Carretera de un paquete de medidas para reducir el impacto del alto precio de los carburantes en el sector. El Ejecutivo estaba esperando a que Bruselas anunciase sus planes ante el aumento del coste de la energía, pero la presión comenzaba a ser demasiado alta y optó por una bonificación de 20 céntimos en el precio del combustible, además de un plan de ayudas directas.

España se unía así a Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Portugal, que ya habían aplicado descuentos directos o sobre los impuestos especiales de los carburantes. Las cifras y las fechas, no obstante, varían: Berlín calcula que el litro de gasolina tendrá una rebaja de 30 céntimos, mientras que el Gobierno de Boris Johnson limita la rebaja a cinco peniques, pero la extenderá hasta marzo del año que viene.

A pesar de ello, los tiempos planeados por Moncloa no cambian, pues la reducción comenzará a aplicarse el 1 de abril, como quería el Gobierno. El Estado asumirá tres cuartas partes de esta rebaja -15 céntimos- y el resto -cinco céntimos- es el mínimo que deberán aportar las petrolíferas. Sin embargo, éstas ya han anunciado descuentos superiores.

Durante toda esta crisis el Gobierno se ha ido fijando en las medidas tomadas por el Ejecutivo francés -su primera propuesta a los transportistas y también la final son similares a lo hecho por París- y la solicitud de dar un paso al frente a las petroleras no es una excepción. En la entrevista con Le Parisien en la que el primer ministro Jean Castex anunció su rebaja de los carburantes, con un coste de 2.000 millones de euros para las arcas francesas, también pidió a las empresas «un esfuerzo».

Este «gesto adicional», explicó, podría ser de los mismos cinco céntimos que España exige a estas compañías. «¿Cómo entenderían los franceses que pagan un tanque lleno de diésel a dos euros mientras que al mismo tiempo las compañías petroleras siguen obteniendo grandes ganancias?», argumentaba Castex. Para el Gobierno español la pregunta fue meramente retórica: las empresas deben hacer ese esfuerzo. Y lo han hecho, aunque sin obviar las posibilidades de fidelización que conlleva.

En cualquier caso, Repsol lanzó su descuento antes incluso de que el Ejecutivo pusiera la pelota en su campo. Lo hizo, eso sí, tras reunirse con el Gobierno: 10 céntimos de descuento para los transportistas en sus más de 3.300 estaciones de servicio y a través de su tarjeta Solred, dirigida a profesionales. Y, de paso, mismo descuento para los particulares que utilicen su aplicación Waylet.

Una vez que el envite estaba en esa cantidad lo lógico era verlo o subirlo; no valían los faroles ni poner cara de póquer. Así, poco a poco el sector se fue sumando.

La siguiente fue Cepsa, con un descuento «universal e inmediato» de 10 céntimos por litro, cinco más de lo que solicitaba el Gobierno. También a partir del 1 de abril, también hasta el 30 de junio y para quienes pertenezcan al programa ‘Porque Tú Vuelves’. «Todos los agentes, públicos y privados, debemos unir nuestras fuerzas para afrontar el excepcional momento que vivimos como consecuencia de la compleja coyuntura internacional», recordó Maarten Wetselaar, consejero delegado de la firma, al anunciar la decisión.

Por su parte, BP prácticamente iguala la rebaja del Gobierno y lleva su reducción hasta los 14 céntimos por litro para profesionales y hasta 12 céntimos para clientes particulares. En total, hasta 29 céntimos, si se suma la aportación que hace el Ejecutivo.

El descuento -directo y no acumulable- variará en función del tamaño de la flota y requerirá una tarjeta Routex. En el caso de los particulares, será a través de la tarjeta Mi BP y será necesario adherirse a la promoción ‘Ahorro de Locos’.