Reino Unido deja sin argumentos a Sánchez: rebaja los impuestos de los carburantes para hacer frente a la mayor inflación en 30 años

El ministro de Economía, Rishi Sunak, ha anunciado esta tarde un paquete de medidas ante la inflación, entre las que destaca la rebaja de 5 céntimos por litro el impuesto al combustible Leer

Reino Unido deja sin argumentos a Sánchez: rebaja los impuestos de los carburantes para hacer frente a la mayor inflación en 30 años

El ministro de Economía, Rishi Sunak, ha anunciado esta tarde un paquete de medidas ante la inflación, entre las que destaca la rebaja de 5 céntimos por litro el impuesto al combustible Leer

La culpa no es sólo del Brexit. Ni de la pandemia. Ni tampoco de la invasión de Ucrania. Pero, entre todos, han disparado la inflación en el Reino Unido a niveles que no se veían en el país desde hacía 30 años, elevando el coste de la vida para los británicos y poniendo en jaque al Gobierno de Boris Johnson, que busca estrategias para controlar una economía nuevamente desbocada. El ministro de Economía, Rishi Sunak, ha anunciado esta tarde un paquete de medidas destinadas a aliviar el impacto de la crisis en las familias y las clases trabajadoras, aunque, si se cumplen unas previsiones oficiales que hasta ahora se han quedado cortas, a finales de este año la inflación podría llegar a romper la barrera del 10%.

La principal medida anunciada por Sunak ha sido la de rebajar 5 céntimos por litro el impuesto al combustible, una cuantía muy alejada de los 15 céntimos por litro de Francia pero que, a diferencia de los cuatro meses que durará la propuesta del Elíseo, estará en vigor hasta marzo del año que viene. Además, el ministro conservador también ha aprovechado para reducir durante los próximos cinco años el IVA de los productos destinados a mejorar la sostenibilidad energética de las viviendas -como los paneles solares, el aislamiento o las bombas de calor-, para bajar los impuestos a los trabajadores a partir de julio y para doblar la partida destinada a un fondo para dar comida y servicios básicos a los colectivos más vulnerables ante la crisis, que ahora alcanzará los 1.200 millones de euros.

La situación, sin embargo, seguirá siendo crítica para las familias. El índice de precios al consumidor, que mide, en cierta forma, el coste de la vida en el Reino Unido, ha subido del 5,5% al 6,2% desde principios de año, unas cifras que no se veían desde hacía 30 años, según la Oficina Nacional de Estadística. Del empeoramiento económico no puede culparse únicamente a la invasión de Ucrania, pues, antes del conflicto, el coste del transporte y la energía ya estaban disparados como resultado del desconfinamiento post pandemia. Sin embargo, el actual panorama bélico en Europa ha encarecido aún más la energía y por tanto también la cesta de la compra.

Si la situación en Europa no se calma en las próximas semanas esa barrera del 10% de inflación que se calculaba que podría llegar a romperse a finales de año podría estar incluso más cerca. De hecho, de acuerdo a los cálculos del Banco de Inglaterra este mismo verano se podría llegar ya al 8%, lo que anularía la subida de sueldo esperada por los trabajadores y provocaría que cada hogar perdiera, de media, un 4% de poder adquisitivo. Es decir, aproximadamente 1.200 euros por familia en el cómputo anual, y eso si el panorama no se oscurece aún más.

Según datos oficiales, de enero a febrero, es decir, sin tener en cuenta la reciente invasión, el precio de la electricidad en el Reino Unido creció un 19%, mientras que el del gas lo hizo un 28%. Unas cifras que no se veían desde 2009, momento en que empezaron a vislumbrarse las primeras consecuencias de la gran crisis de principios de siglo.

De hecho, la inflación no está afectando únicamente a los británicos de forma directa, sino que también está maniatando al Gobierno a la hora de endeudarse para responder a los desafíos de la economía actual. Una muestra de la situación a la que se enfrenta el Reino Unido fue la decisión tomada la semana pasada por el Banco de Inglaterra de subir los tipos de interés por tercera vez consecutiva, un hito histórico que, sin embargo, y según los expertos, dejará de tener utilidad si Rusia decide seguir adelante en su desafío al resto del mundo.