Los sabios europeos dirigidos por González Laya proponen una reforma drástica de la Unión Aduanera

La exministra presenta al comisario Gentiloni diez ideas para adaptar los controles actuales a una era geopolítica, como una Agencia Europea, eliminar la exención de pago para paquetes de menos de 150 euros y crear listas de operadores fiables para agilizar los procesos Leer

Los sabios europeos dirigidos por González Laya proponen una reforma drástica de la Unión Aduanera

La exministra presenta al comisario Gentiloni diez ideas para adaptar los controles actuales a una era geopolítica, como una Agencia Europea, eliminar la exención de pago para paquetes de menos de 150 euros y crear listas de operadores fiables para agilizar los procesos Leer

La Unión Aduanera ha sido un éxito, ha funcionado y respondido durante el Brexit e incluso durante los cierres de una pandemia sin precedentes, pero necesito una transformación. No parches, sino un cambio de arriba abajo para adaptarse al siglo XXI, al comercio electrónico y a los desafíos de un mundo geopolítico, como la guerra de Ucrania ha demostrado. Esa es la conclusión del grupo de sabios, presidido por la española Arantxa González Laya, al que la Comisión Europea encargó el año pasado un informe para «poner más unión en las aduanas europeas».

Tras meses de deliberaciones, los expertos han entregado hoy el documento al comisario Paolo Gentiloni, sugiriendo que haya una propuesta legislativa de la Comisión este mismo curso para que a lo largo de esta legislatura se pueda ratificar el núcleo de la transformación del sistema, con la esperanza de que para 2030 esté todo operativo.

La Unión Aduanera ha estado en el foco durante las negociaciones para la salida de Reino Unido de la UE, y vuelve a estar ahora tras el enorme paquete de sanciones aplicadas a Rusia. El edificio se puso en marcha en 1968 y ha recibido incontables cambios, reformas y parches, pero los expertos creen que no es suficiente para hacer frente al impacto, por ejemplo, del comercio electrónico.

«Las aduanas protegen las fronteras europeas contra los riesgos relacionados con la guerra en Ucrania y ayudan a facilitar la entrega de apoyo humanitario. Una unión aduanera fuerte con una ‘frontera’ exterior única es esencial para la autonomía estratégica de Europa y para la seguridad y la defensa. Sin embargo, a pesar del éxito general de la Unión Aduanera, la economía mundial, el comercio internacional y la geopolítica han evolucionado de manera espectacular y, de hecho, mucho más rápido que las adaptaciones de la Unión Aduanera. Las preocupaciones de seguridad y protección han pasado a primer plano y el Brexit y la pandemia de Covid-19 han sido dos aceleradores. Las pruebas reunidas por el Grupo de Personas Sabias sobre Aduanas muestran que productos peligrosos que no cumplen las normas siguen entrando en el mercado de la UE todos los días y que dejamos miles de millones de derechos de aduana e impuestos sin recaudar. La realidad también es que las Aduanas europeas todavía no funcionan como una sola, lo que deja a la Unión Aduanera a merced de su eslabón más débil», explica el documento.

Para ello, los expertos dirigidos por González Laya, que fue escogida por su experiencia en la propia Comisión y su larga carrera en la Organización Mundial del Comercio antes de ser ministra, identifican problemas concretos, como el número de pequeños paquetes que entran en un sistema desbordado cada día. El hecho de que el modelo fue preparado sobre todo teniendo en cuenta la fiscalidad y la recaudación, pero hoy hay estándares más amplios, desde medioambientales a de derechos humanos pasando por la salud y la seguridad, algo que se puede estar descuidando.

Además, las partes interesadas entrevistadas para el informe se quejan de la «ausencia sistemática de una aplicación común de las medidas aduaneras», pues en la práctica hay grandes diferencias «en las prioridades de control y las diferencias en los métodos y sanciones por incumplimiento. Estos desafíos hablan de «27 fronteras en lugar de una frontera común«, lo que se traduce en una «escasa disponibilidad y calidad de los datos presentados a la Aduana y el nivel insuficiente de intercambio de datos entre las Aduanas y con otras administraciones, lo que ha llevado a la fragmentación y hace que sea extremadamente difícil gestionar adecuadamente los riesgos tanto a nivel nacional como de la UE». Por no hablar de del hecho de que la inversión en «capacidad aduanera no ha seguido el ritmo y el tamaño de los crecientes requisitos que se les imponen».

Por todo ello, los expertos proponen diez cambios inmediatos, empezando por el hecho de que la Comisión debería presentar antes de finales de este año un paquete legislativo completo, que aborde también el Código de la Unión Aduanera, siguiendo las recomendaciones En segundo lugar, los sabios dicen que el sistema debería cambiar para olvidarse de las declaraciones aduaneras y centrarse en datos de más calidad de fuentes comerciales proporcionando a las empresas un único punto de entrada de datos para los trámites aduaneros y una ventanilla única. Datos reales, como de facturas, por ejemplo.

En tercer lugar, el informe sugiere poner en marcha un marco más amplio para la cooperación entre las aduaneras europeas, las autoridades de vigilancia de los mercados y otras agencias y autoridades fiscales continentales. Además, proponen la creación de una Agencia Europea de Aduanas para proporcionar servicios añadidos al proceso. Los expertos no quieren que se encargue de las aduanas un cuerpo europeo, no creen que sea necesario, pero sí sería bueno que todos usaran el mismo software, el mismo sistema y siguieran de verdad las mismas prácticas.

En quinto y sexto lugar, un elemento clave: virar hacia un modelo centrado en los operadores económicos. Crear una base de operadores fiables, gigantes del sector pero también operadores medios regulares, que asuman más responsabilidad individual a cambio de una facilidad muy evidente en el proceso aduanero. Confianza a cambio de confianza.

En la parte tributaria, el informe dirigido por la ex ministra española insta a eliminar la exención de costes de aduana para los paquetes de menos de 150 euros. Ya se quitó hace dos años la exención de IVA y los sabios no ven razón para que no se haga lo mismo con las aduanas, simplificando las tablas y evitando que los operadores estén dividiendo en paquetes más pequeños sus entregas, con un coste medioambiental claro, dicen. Aportaría 1.500 millones de euros anuales a las arcas comunitarias, pues esto es uno de los pocos elementos que sirve para la financiación directa de la Unión.

Precisamente, el octavo punto del documento de 50 páginas, que ahora deberá ser discutido por la Comisión, el Parlamento y muchos otros actores, quiere que se implemente un paquete de medidas para lograr aduanas más ‘verdes’, que se equipe adecuadamente a los funcionarios y que tengan los recursos suficientes para una tarea que no sólo importa por los ingresos que no se recaudan sino por seguridad. La posibilidad de que entren productos peligrosos, o incluso armas, es muy alta, avisan. Y faltan medios para asegurar el bienestar de los ciudadanos.

Por último, los sabios de González Laya quieren un informe anual que calcule (al igual que ya se hace con el IVA) cuánto dinero deja de recaudarse por las carencias en las aduanas. No hay estimaciones fiables y son necesarias, explican, para dejar de operar sobre asunciones y empezar a hacerlo sobre datos.