Las fuerzas ucranianas expulsan a Rusia de Kiev

Las fuerzas ucranianas expulsan a Rusia de Kiev

El casco urbano de la capital de Ucrania está fuera del alcance de la artillería rusa. Pero la amenaza persiste. Ayer, el ejército ucraniano realizó avances en el noroeste de Kiev, llegando incluso a provocar un principio de embolsamiento de efectivos rusos en la zona de Borodyanka. Aunque tímidas, estas victorias cuestionan la capacidad de Rusia de sostener un asedio a la ciudad, tal y como reconoció en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa, el coronel Oleksandr Motuzyanyk.

Ante los medios, el militar nombró una extensa lista de pueblos, aldeas y barrios del extrarradio de Kiev que, según indicó, habían sido «liberados». Aunque achacó gran parte del éxito a las operaciones de un ejército, el ucraniano, cada vez más confiado en sí mismo, dejó caer que las unidades rusas se habían retirado «parcialmente» de Kiev. En otras palabras: que, al menos por el momento, tomar la mayor ciudad de Ucrania no está dentro de los planes de Rusia. Sacudirla, quizás sí.

«No podemos predecir qué pasará, y no vamos a reducir nuestras defensas», sentenció Motuzyanyk, quien aseguró que «actualmente, las tropas rusas no son suficientes para atacar la capital. Eso no significa que no lo vayan a hacer en el futuro». Varias razones motivan su cautela: la mayor potencia de fuego rusa, el hecho de que cohetes, misiles y bombas descargadas desde aviones siguen acechando a Kiev y la certeza de que todo puede cambiar de repente con un volantazo del Kremlin.