La UE busca consenso para castigar «urgentemente» aún más a Rusia tras las imágenes de Bucha

La UE busca consenso para castigar «urgentemente» aún más a Rusia tras las imágenes de Bucha

Guerra en Ucrania La «carretera de la muerte» muestra evidencias masivas de crímenes de guerra rusos contra la población civil en Ucrania Directo Noticias de última hora sobre la guerra Rusia-Ucrania

Desde hace semanas, las preguntas a los jefes de Estado, los ministros y los líderes institucional son recurrentes: ¿qué hará falta para aumentar las sanciones a Rusia? ¿Hay alguna línea roja preestablecida que implique automáticamente un castigo mucho más severo? Tras la destrucción, el horror y los muertos, tras haberse producido lo que muchos consideraban imposible o como mínimo más que improbable, lo que subyacía en las preguntas estaba claro: el uso de armas no convencionales (químicas o nucleares) por un lado, y cortar de golpe las importaciones de gas o de petróleo ruso por el otro. Lo que no había era una respuesta satisfactoria para algo como lo que se ha visto en Bucha, la ciudad ucraniana a las afueras de Kiev. Y ahora parece inevitable que los máximos responsables políticos de la UE tengan que darla.

«Nos solidarizamos plenamente con Ucrania y el pueblo ucraniano en estas horas sombrías para todo el mundo. La UE seguirá apoyando firmemente a Ucrania y avanzará, con carácter de urgencia, en el trabajo sobre nuevas sanciones contra Rusia. El presidente Putin debe detener esta guerra de inmediato y sin condiciones», ha prometido este lunes en un comunicado el alto representante para la Política Exterior de la Unión, Josep Borrell. «Más sanciones y ayuda están en camino», tuiteó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

En du declaración, en nombre de la UE, el español ha condenado «en los términos más enérgicos las atrocidades denunciadas cometidas por las fuerzas armadas rusas en varias ciudades ucranianas ocupadas, que ahora han sido liberadas. Las imágenes inquietantes de un gran número de muertes y víctimas civiles, así como la destrucción de infraestructuras civiles, muestran el verdadero rostro de la brutal guerra de agresión que Rusia está librando contra Ucrania y su pueblo. Las masacres en la localidad de Bucha y otras localidades ucranianas quedarán inscritas en la lista de atrocidades cometidas en suelo europeo. Los responsables de crímenes de guerra y otras violaciones graves, así como los funcionarios gubernamentales y líderes militares, rendirán cuentas», ha señalado el alto representante.

Occidente ha aplicado ya una batería de sanciones sin precedentes, contra los dirigentes rusos y bielorrusos, contra la economía, las empresas o la divisa rusa. Pero sigue inyectado cientos de millones de euros diarios a cambio de su petróleo y su gas. Más de 18.000 millones desde el inicio de la guerra, según estimaciones de algunas organizaciones. Los países bálticos y Polonia piden a gritos la prohibición inmediata de importar gas y petróleo ruso, pero en capitales como Berlín, Budapest o Viena siguen considerando que es inviable desacoplarse inmediatamente. Creen que el golpe sería demoledor para sus economías y las de todo el continente, y que las sanciones tienen sentido cuando castigar el responsable de un crimen, pero no sí hacen el mismo daño o incluso más a los que las imponen. «Sería posible lidiar con ellas», ha dicho el vicepresidente de la Comisión, el letón Valdis Dombrovskis, sobre las consecuencias de un corte de suministro desde Rusia, «pero claramente había problemas», ha añadido hoy a la llegada al encuentro de los ministros de Finanzas de los 27.

Los ministros de Economía abordarán la cuestión hoy en Luxemburgo mientras que los de Exteriores, que son quienes aprueban las sanciones en el sistema de toma de decisiones de la UE, siguen en contacto cercano. El equipo de Borrell, el encargado de las propuestas concretas, sigue pulsando el estado de ánimo para saber hasta dónde se puede ir y cuándo. Pero pocos piensan en Bruselas que las imágenes de Bucha vayan a quedar sin algún tipo de respuesta concreta.

«Estimados colegas de las capitales europeas: dejemos de calcular de manera inhumana, comencemos a actuar de manera más efectiva (…) La política de Alemania durante la última docena de años ha hecho que Rusia tenga hoy una fuerza que ha obtenido de la venta de materias primas», ha denunciado una vez más este lunes el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, criticando duramente a Francia y Alemania por no endurecer las sanciones contra Rusia, «un estado fascista totalitario» que comete «genocidios», en declaraciones recogidas por EFE. Morawiecki ha mantenido la línea que duramente el fin de semana usó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que instó a Angela Merkel y Nicolas Sarkozy a visitar la ciudad destruida de Bucha para comprobar las consecuencias de su política hacia Moscú durante lustros.

«Señor presidente Macron, ¿cuántas veces ha negociado con Putin? ¿Qué ha logrado? ¿Detuvo usted alguna de sus acciones? Con los criminales no se negocia, los criminales deben ser combatidos», ha apelado Morarwiecki a Emmanuel Macron en una comparecencia de prensa, instándole a dejar de intentar buscar una solución con él como hasta ahora, pues cree que no está funcionando. «Decidiremos sobre más medidas en las reuniones de los aliados en los próximos días. Putin y sus partidarios sentirán las consecuencias», aseguró el canciller Scholz el domingo en Berlín.

La presión sobre los gobiernos nacionales en las últimas 48 horas se ha redoblado. Italia ha señalado que no se opondrían a una prohibición de las exportaciones, pero todos los ojos están puestos en Hungría. Viktor Orban, que ayer volvió a ganar las elecciones, cargó en su discurso triunfal expresamente contra Zelenski, al que señaló como uno de los rivales a los que su partido derrotó en las urnas. Sus diplomáticos llevan semanas siendo los más críticos con las sanciones y las condenas. Se han sumado hasta ahora siempre, pero su voz es siempre la que trata de frenar, matizar rebajar. Y lo mismo ocurre con las compras de gas y petróleo. No es necesaria unanimidad, en el sentido de que cada país puede dejar de comprar por decisión propia, pero en Bruselas preocupa cada vez más la ruptura de la unidad en un momento muy delicado. Hoy, los portavoces de la Comisión Europea han optado por ponerse de perfil con el resultado electoral húngaro, mientras que de Pekín y Moscú llegaban entusiastas felicitaciones a Orban.

De forma paralela, y mientras se busca consenso para las sanciones, Bruselas quiere mover ficha en la parte jurídica. «Esta tarde he hablado con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski sobre los terribles asesinatos que se han descubierto en Bucha y otras áreas de las que las tropas rusas han salido recientemente. Las imágenes desgarradoras no pueden y no quedarán sin respuesta. Los autores de estos crímenes atroces no deben quedar impunes. La UE ha creado un Equipo Conjunto de Investigación con Ucrania para recopilar pruebas e investigar crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La UE está dispuesta a reforzar este esfuerzo enviando equipos de investigación sobre el terreno para apoyar a la Fiscalía ucraniana. Eurojust y Europol están listos para ayudar», ha señalado en un comunicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha encargado al comisario de Justicia que se encargue de las cuestiones técnicas junto a la Fiscalía ucraniana.