La OMC alerta de que el comercio se frenará este año por la guerra y la inflación seguirá subiendo

La nueva ola de covid en China está provocando ya disrupciones en las cadenas de suministros y atascos en el transporte internacional Leer

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La guerra amenaza las exportaciones españolas por el diferencial de inflación con la UE y la caída de demanda

Después de crecer a doble dígito en 2021, el comercio internacional de bienes se frenará bruscamente este año por el efecto de la guerra en Ucrania y también por la nueva ola de covid que golpea a China, y que ya está provocando disrupciones en el transporte y las cadenas de suministros, lo que servirá a su vez para seguir avivando la inflación.

Hay poco espacio para el optimismo, ha advertido este martes la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ha recortado del 4,7% al 3% su previsión de crecimiento del comercio para este año y ha advertido de que, si se recrudece la situación, este repunte podría quedarse en un leve incremento del 0,5%.

«La guerra no es el único factor que pesa sobre el comercio mundial en estos momentos», avisa la institución. «Los confinamientos impuestos en China para impedir la propagación de la COVID-19 están perturbando de nuevo el comercio marítimo en un momento en que las presiones de la cadena de suministro parecían estar atenuándose. Esto podría dar lugar a una nueva escasez de insumos manufactureros y a una mayor inflación«, alertan.

De hecho, el número de buques de mercancías haciendo cola para cargar o descargar en el puerto de Shanghái superaba a cierre de marzo los 300 cuando la media de los últimos tres años se ha situado de forma constante en torno a los 100, según información de VesselsValue, que recoge una congestión especial entre los petroleros y graneleros.

Pero, aunque algunos puertos como el de Shanghái están colapsados por el efecto de la pandemia, ya se empieza a apreciar una menor demanda de transporte por la caída del comercio internacional.

Los puertos chinos fueron precisamente los que registraron en marzo un mayor descenso del tráfico de contenedores, debido a los parones derivados del covid, pero los europeos también registraron una disminución sustancial por la caída de demanda internacional que se deriva de la guerra. Países con estrecha vinculación con Rusia y Ucrania, como Alemania, han recortado ya su demanda de importaciones, lo que perjudica a su vez a sus principales vendedores, entre los que figura España.

En términos globales, el índice más reciente del tráfico de contenedores, que incorpora datos sobre la manipulación de contenedores en 94 puertos internacionales -representativos del 64% del total mundial-, muestraun descenso del tráfico de 3,6 puntos en términos desestacionalizados.

«Los datos podrían podrían reflejar las primeras etapas del conflicto en Ucrania. El hecho de que las tarifas del transporte marítimo se hayan mantenido estables o hayan venido disminuyendo parece indicar al mismo tiempo que la disminución del tráfico refleja un descenso de la demanda de servicios de transporte marítimo, y no una reducción del suministro», explican.

Esta menor demanda se ve a su vez influenciada por la subida de los precios. El conflicto bélico en Ucrania ha provocado un fuerte incremento del precio de los productos básicos, al ser Rusia y Ucrania proveedores clave de bienes esenciales como alimentos, energía y abonos. De hecho, el envío de cereales a través de puertos del mar Negro ya se ha interrumpido, lo que afectará especialmente a sus principales importadores que son además países poco desarrollados con riesgo de crisis alimentaria, como Egipto o Libia.

Este aumento de los precios de los insumos y de los precios de salida de fábrica y la prolongación de los plazos de entrega que la OMC ya empezó a detectar en marzo de 2022 indican que persisten desequilibrios entre la oferta y la demanda que podrían contribuir a la inflación en los próximos meses, apuntala la organización.