Gobierno y oposición adelantan nuevas negociaciones tras la intervención de Washington

Gobierno y oposición adelantan nuevas negociaciones tras la intervención de Washington

«En reunión de trabajo para planes a futuro, en el rescate del espíritu de México». Chavismo y oposición han regresado al diálogo con la intención de retomar de forma inmediata las negociaciones de México, auspiciadas por el gobierno de Noruega y con el apoyo de la comunidad internacional. Así lo comunicaron este martes los jefes de las dos delegaciones, Jorge Rodríguez, presidente del órgano parlamentario de la revolución, y el constitucionalista Gerardo Blyde. Ambos tuitearon la misma imagen, en la que se estrechan las manos, y el mismo texto, el que abre esta crónica.

«Se ha dado inicio a conversaciones formales con nuestra contraparte a los fines de lograr su pronta reactivación (en referencia al proceso de negociación iniciado en Ciudad de México en agosto del año pasado)», confirmó en un comunicado la opositora Plataforma Unitaria. Precisamente fue la conformación de una renovada Plataforma Unitaria, compuesta por 10 partidos, una de las condiciones exigidas por Washington para apoyar el regreso a México, cuyo diálogo quedó suspendido en octubre de forma unilateral por Nicolás Maduro tras la extradición a EEUU del magnate colombiano Alex Saab, considerado el mayor operador internacional de la revolución bolivariano y el presunto testaferro del «hijo de Chávez», según las investigación de la antigua Fiscalía venezolana.

Rodríguez, tras la reunión con Blyde, insistió en que Saab es uno de sus delegados para el encuentro de México, una de la piedras de tranca durante los siete meses de parálisis política. Maduro jugó la carta de Saab como falso diplomático para forzar su liberación, pese a que fue nombrado embajador meses después de ser detenido en Cabo Verde.

El encuentro de marzo en Caracas entre Maduro y tres funcionarios de alto nivel de la administración de Joe Biden abrió un canal de comunicación entre ambas partes, además de provocar la liberación de tres presos estadounidenses en Venezuela y de recuperar la negociación en México, pese a que tardado dos meses en concretarse.

Fue Washington quien ralentizó el proceso ante las críticas internas suscitadas por la minicumbre y sólo ahora han accedido a dos de las exigencias de Maduro. La primera es la autorización para que la petrolera Chevron vuelva a operar en los pozos de Venezuela, tal y como lo hacía antes de las sanciones. La española Repsol y la italiana ENI también recibirían licencia especial para operar en tierras criollas.

Otra de las peticiones, según confesaron funcionarios estadounidenses a la agencia AP, todavía no se ha concretado. Se trata de la retirada de la sanción personal para el sobrino favorito de Cilia Flores, la primera combatiente revolucionaria. El señalado, Carlos Malpica Flores, es un poderoso exfuncionario que siempre se ha movido en las sombras de la presidencia sin dejar excesivas huellas. Fue tesorero nacional, vicepresidente de Finanzas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y director general del Banco de Desarrollo (Bandes).

«Vamos a aliviar la presión a partir de acciones, resultados concretos, que lleven a Venezuela a elecciones libres. Si hay retroceso, entonces volveremos a aplicar las sanciones», explicó Juan González, principal asesor de Biden para asuntos latinoamericanos.

La noticia, esperada desde hace días, se produce sólo horas después de que Maduro destituyera al canciller Félix Plasencia, de origen español y diplomático de carrera, caracterizado por un perfil dialogante. En un evidente guiño a su aliado Vladimir Putin, el «presidente pueblo» ha situado en su lugar al ingeniero Carlos Faría, hasta ahora embajador chavista en Moscú y persona de su confianza.