España sigue entre los países de la UE con más inflación y subirá puestos en marzo por la falta de medidas del Gobierno

Es una de las potencias occidentales con más inflación, pero no aprobará hasta final de mes un plan para contener los precios Leer

España sigue entre los países de la UE con más inflación y subirá puestos en marzo por la falta de medidas del Gobierno

Es una de las potencias occidentales con más inflación, pero no aprobará hasta final de mes un plan para contener los precios Leer

La subida de los precios del 7,6% registrada en España en febrero, cuando Vladimir Putin todavía no había desplegado su invasión en Ucrania, sitúa al país como uno de los que tiene más inflación de entre las potencias europeas occidentales, una brecha que se agravará en marzo por el encarecimiento del gas y ante la falta de medidas del Gobierno.

Según los datos de Eurostat publicados este jueves, España supera la media de inflación de la UE (del 6,2% en febrero) y la de la Eurozona (del 5,9%), debido a las importantes disparidades que existen con otros mercados cercanos como Francia (donde el IPC subió un 4,2% en febrero) o en Portugal (donde la subida fue del 4,4%). Nuestro país vecino lleva meses disfrutando de una inflación que prácticamente es la mitad que la española, pese a las similitudes en ambos mercados energéticos.

En Alemania, los precios subieron un 5,5% en febrero; en Irlanda, un 5,7%; en Italia, un 6,2%; en Grecia, un 6,3%; y en Países Bajos, un 7,3%. Sin embargo, España no es líder a nivel continental en inflación, sino que le supera Bélgica (9,5%) y los países del Este de Europa, que han sufrido un fuerte encarecimiento de precios.

Lituania es el país europeo con el mayor problema de inflación (del 14% en febrero), seguida de Estonia (11,6%), República Checa (10%), Letonia (8,8%), Hungría (8,4%), Bulgaria (8,4%), Eslovaquia(8,3%), Polonia (8,1%), Rumania (7,9%) y Luxemburgo (7,8%).

Lejos de mejorar en marzo, es previsible que la posición de España entre los países de Europa empeore este mes, debido a que el Gobierno ha decido esperar hasta el día 29 para aprobar medidas que permitan contener el precio de la luz, el gas y el petróleo. Su impacto en la inflación no se verá registrado hasta abril, frente a las medidas aprobadas en otros países europeos en los que ya se percibirá la incidencia este mes.

El Ejecutivo está trabajando sobre tres palancas: conceder ayudas directas a los más afectados por el encarecimiento de precios (una medida que no tendría impacto en la inflación), aprobar rebajas fiscales y topar los precios, lo que reduciría el precio final que pagan los consumidores y sí serviría para contener el índice de precios.

La tardanza en la toma de medidas no sólo impedirá arreglar la situación, sino que podría acelerar aún más la subida de precios. De hecho, la huelga que están llevando a cabo los transportistas para protestar por la subida de la gasolina ya está provocando desabastecimiento de algunos bienes de primera necesidad, lo que a su vez genera aumentos de precios para el poco género que sí está disponible.

Aunque la subida de los precios comenzó el año pasado, mucho antes de que Rusia desatara la guerra en Ucrania, es cierto que la invasión ha agravado la situación y ha obligado a actualizar al alza las perspectivas de inflación para este año.

Hoy mismo, el panel de economistas de Funcas revisaba más de dos puntos al alza su expectativa de IPC promedio de 2022, hasta el 5,4%, aunque algunos de los servicios de estudios que integran el panel se mostraban aún más pesimistas y hablaban ya de una inflación media del 7,8% en los doce meses (más del doble de la de 2021, que fue del 3,1%).

El consenso, del 5,4%, está sesgado a la baja porque algunos de los integrantes del panel no han presentado sus proyecciones más actualizadas. De hecho, la previsión más baja es del 3,2% para España, una cifra que ya ha sido ampliamente superada por las expectativas del Banco Central Europeo, que prevé un IPC promedio del 5,1% en Europa que podría llegar hasta el 7,1% si se enquista el conflicto. Dada la brecha entre la inflación nacional y la europea, es descartable una inflación promedio en el entorno del 3% para nuestro país.

«Las tensiones alcistas preexistentes, derivadas del encarecimiento de las materias primas y los cuellos de botella, se han agudizado tras la invasión de Ucrania, volviendo el panorama inflacionista aún más incierto. La previsión media para la tasa de inflación general en 2022 se ha elevado en 1,9 puntos porcentuales hasta el 5,4%, y la subyacente se sitúa en el 2,8%, ocho décimas más que en el anterior consenso», explica Funcas.