Erdogan bloquea el inicio de la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN

Erdogan bloquea el inicio de la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN

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Durante la pasada semana los protagonistas fueron las palabras, pero hoy lo han sido los actos. Este miércoles a primera hora los embajadores de Suecia y Finlandia, Klaus Korhonen y Axel Wernhoff, entregaron en mano al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sendas cartas oficiales en las que sus países informan de su voluntad para ingresar en la Alianza. El ex primer ministro noruego los ha recibido con alegría, con una «calurosa bienvenida», señalando que era «un buen día, en un momento crítico para nuestra seguridad» y que «las solicitudes son un paso histórico». Poco después, sin embargo, Turquía dejó claro que lo suyo no había sido mero ruido, teatro, bloqueando oficialmente el primer paso para el inicio de las conversaciones para la adhesión, según fuentes de la Alianza.

Stoltenberg explicó a los medios a primera hora que «los aliados ahora considerarán los próximos pasos en su camino hacia la OTAN. Deben tenerse en cuenta los intereses de seguridad de todos y estamos decididos a trabajar en todos los problemas y llegar a conclusiones rápidas». Sin embargo, muy poco después, el embajador turco dejó claro en la reunión del Consejo de Atlántico Norte que esos «problemas e intereses» no están ni mucho menos resueltos. Ankara dijo que no y por tanto los diplomáticos no pudieron dar luz verde al proceso, que queda en el aire.

La posición turca no es ningún misterio. Hoy mismo Recep Tayyip Erdogan lo ha verbalizado ante el Parlamento de su país. «La expansión de la OTAN sólo tiene sentido para nosotros si se respetan nuestras sensibilidades, y somos muy sensibles a los ataques terroristas en nuestras fronteras (…) ¿No nos entregan a los terroristas pero quieren entrar en la Alianza? La OTAN es una entidad para la seguridad, por lo que no podemos decir que sí a algo que prive de esa seguridad», ha dicho el presidente turco en declaraciones recogidas por Reuters.

Ankara reclama a Estocolmo y Helsinki la entrega de hasta 33 individuos, residentes allí y ligados al Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), así como a seguidores de Fethullah Gulen, al que Erdogan responsabiliza del extraño ‘golpe de Estado’ de 2016. Y aprovechando su posición de fuerza va a presionar para lograr lo que durante años no ha podido.

La Alianza quería que los primeros pasos de esta ampliación fueran rápidos, para mandar un mensaje de unidad, para mostrar fuerza ante Moscú pero también porque ahora mismo ambos países están en una posición más vulnerable, habiendo enfadado al Kremlin pero sin quedar cubiertos por el paraguas de la Alianza y la defensa colectiva. La OTAN confiaba en poder solventar los primeros trámites en una o dos semanas, pero si la presión diplomática de Estados Unidos no logra desatascar la cuestión ese horizonte se plantea imposible. «Cada nación tiene derecho a elegir su propio camino. Ambos habéis hecho vuestra elección tras minuciosos procesos democráticos. Ustedes son nuestros socios más cercanos y su pertenencia a la OTAN aumentaría nuestra seguridad compartida», afirmó este mañana Stoltenberg.

Para que un candidato sea aceptado es necesaria unanimidad, que los 30 aliados ratifiquen el proceso. Pero esa unanimidad también es necesaria para el primer paso, pues a diferencia de lo que ocurre en la Unión Europea, es la organización la que invita a socios potenciales y no éstos los que piden el ingreso rellenando una ‘solicitud’. Y Turquía no permite siquiera esa fase inicial que abre las conversaciones.

Erdogan ha criticado también a sus socios, a los que acusa de no simpatizar ni respetar esas «sensibilidades» ni ayudar en las que define luchas «antiterroristas». Hay defensas de la Alianza en Turquía, pero la posición del país es más que delicada. Lo fue hace no mucho con un choque abierto con Francia. Y con los constantes roces que tiene con Grecia, que la semana pasada requirieron de todo el tacto diplomático por violaciones de espacio aéreo. Por no hablar de la cuestión de Chipre.

Mañana, el presidente finlandés Sauli Niinisto, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, estarán en Washington para reunirse con el presidente Joe Biden y estudiar la forma de superar el bloqueo o el veto turco. Y hoy mismo el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuolu, se verá con el secretario de Estado, Antony Blinken, en Nueva York, para que la Casa Blanca tenga las dos versiones y visiones mano a mano. El mes que viene todos se verán en persona en Madrid, en una cumbre cuya importancia crece cada semana.

La prensa más cercana a Erdogan ha publicado estos día las listas de los reclamados por Ankara así como todas las demandas, informa Financial Times. Entre ellas «limitar los contactos y la financiación del PKK y su afiliado en Siria, así como una represión de los medios con sede en Estocolmo vinculados a Gulen», algo que el Gobierno sueco ha rechazado en numerosas ocasiones.