El paso adelante que le falta a Carlos Sainz: no mejora en carrera lo que hace en clasificación

El paso adelante que le falta a Carlos Sainz: no mejora en carrera lo que hace en clasificación

Carlos Sainz está sintiendo en sus carnes lo que supone correr para una Ferrari ganadora… y la presión le está pasando factura. Sin dejar de lado el factor suerte, que le ha sido esquivo en más de una ocasión, acumular cuatro fallos consecutivos en forma de accidentes no es el botín que se espera de uno de los pilotos de la Scuderia en plena lucha con Red Bull por el liderato del Mundial.

Mientras Charles Leclerc es líder, aunque ya no tan destacado por el empuje de Verstappen, a Sainz le está costando. El F1-75 requiere de un estilo de conducción que al madrileño no le viene nada bien. Son coches más duros de pilotar, más pesados, y mientras el monegasco le ha cogido el truco enseguida, Sainz todavía está en proceso de adaptación.

Prueba de ello es el accidente del viernes en Miami. El piloto español perdió el control en una de las curvas más peligrosas del circuito, la número 13, por salirse de la trazada y pisar el hiperdeslizante asfalto fuera de la zona buena. En cuanto pisó la parte sucia, se fue inexorablemente contra el muro. Al día siguiente le pasó lo mismo a Esteban Ocon, pero del francés no se espera que luche por poles o victorias y de Sainz, sí.

La presión empieza a ser acuciante. Aunque en su entorno procuran que Sainz no lea más que lo imprescindible de lo que se habla de él, es inevitable que los comentarios le lleguen. El concepto ‘barrichellización’ está empezando a caer sobre él como una losa, algo que no está dispuesto a que pase.

Por eso, el podio de Miami supo aún mejor. No tanto por regresar al cajón, que también, sino por las circunstancias. Sainz se defendió con uñas y dientes de los ataques de Sergio Pérez, que llegaba con mejores neumáticos que él a la recta final. Acabó tercero, con el cuello aún dolorido desde el golpe del viernes, y una cierta sensación de tranquilidad tras dos abandonos consecutivos. Sainz hablaba de una posición «aceptable», pero quiere más.

Lo que le falta es dar el ‘do’ de pecho los domingos. En lo que va de temporada, Sainz ha perdido ese empuje en las salidas. En buena lógica, es más fácil ganar posiciones saliendo desde atrás que en los primeros puestos, pero la realidad es la que es: no ha mejorado en ninguna de las cinco carreras disputadas su posición de parrilla. Leclerc, que además ha sumado tres poles en lo que va de 2022, ha igualado o mejorado en otros tres domingos lo que había logrado el día anterior.

El GP de España se presenta como un escenario propicio para que Sainz dé un golpe en la mesa y recupere la confianza. Una pole ya sería un éxito notable, y no puede aspirar a menos ante el empuje de Leclerc y Verstappen, pero sobre todo lo sería una victoria el domingo. 

En un Montmeló que va a colgar (previsiblemente) el ‘todo vendido’, Sainz tratará de demostrar que ni mucho menos es Barrichello, sino que puede suponer una alternativa a Leclerc… si le acompaña la suerte.