El Gobierno lanza a la gran industria contra Bruselas para impulsar la intervención del mercado energético

La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha invitado a las grandes patronales del país a que trasladen a la Comisión Europea la grave situación en la que se encuentran sus fábricas como consecuencia del fuerte encarecimiento del precio de la energía. El Gobierno busca así sumar apoyos clave y fortalecer su idea de intervenir el mercado energético de cara al Consejo Europeo clave de la próxima semana en Francia.

Asociaciones industriales y sindicatos se han comprometido en una reunión celebrada este miércoles en Industria a remitir en las próximas horas un comunicado conjunto a las comisarias de Energía e Industria de la Unión Europea pidiendo la rápida intervención del mercado energético, explican a EL MUNDO asistentes a la reunión. El Gobierno quiere dar una imagen de unión total ante los países del Norte y por eso trabaja ya en un acuerdo conjunto con Portugal, Grecia e Italia, aunque por ahora no desvela sus cartas: o bien limitar el precio máximo del mercado y compensar a las eléctricas que utilicen gas para generar luz, o directamente sacar a las centrales térmicas de gas del mercado.

En todo caso, la industria ha aprovechado su encuentro con Maroto para trasladar su oposición a la medida en la que estarían trabajando de forma conjunta España y Portugal para limitar a 180 euros el coste del megavatio hora, según ha desvelado en sede parlamentaria el ministro luso de Energía. «Sería dar por bueno un precio de 180 euros por megavatio hora que, hasta hace unos meses, era un disparate históricamente caro. La medida favorece a las eléctricas», explica uno de los asistentes a la reunión con Maroto bajo condición de anonimato.

La industria ha afeado a la ministra que el Gobierno no actúe mientras Francia presentaba a la misma hora un megaplan de salvamento para el campo y las fábricas por un importe de 28.000 millones de euros. Este mecanismo de rescate incluye subvenciones directas para cubrir hasta la mitad del sobrecoste energético, aplazamientos en el pago de impuestos y cotizaciones y facilidades para acogerse a un ERTE.

Maroto no ha podido más que reconocer el adelantamiento del país vecino. «Han tirado de chequera», ha dicho según el relato de varios asistentes. El plan industrial de Emmanuel Macron supone un duro revés para la industria española, que mide su competitividad con el rendimiento de las fábricas francesas y alemanas.

En todo caso, la industria valora la «empatía» de la propia ministra y le piden más detalles para tener visibilidad en sus negocios más allá del próximo mes de abril. En los próximos días Maroto volverá a reunirse con los grandes consumidores de gas para abordar una solución a su crisis particular.