El este de Europa se rearma y cierra filas contra Putin

CARMEN VALERO


@carmenvalero20

Berlín

ALBERTO HERNÁNDEZ


@albertohv_

Madrid

Actualizado Jueves,
24
marzo
2022

02:01

La invasión de Ucrania ha puesto de manifiesto las debilidades de la Unión Europea. Los Veintisiete han transitado durante décadas entre la dependencia energética de Rusia y la protección militar de Estados Unidos, acomodados en el orden internacional gestado tras la Guerra Fría, sin una función definida como bloque en un mundo cambiante y multipolar. Ucrania marcará un antes y un después. La necesidad de una UE soberana en el ámbito de la seguridad y la defensa se abre paso en el discurso pacifista europeo. En sólo un par de semanas, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha logrado lo que Estados Unidos reclamaba durante años a sus aliados, engordar el presupuesto militar con hasta el 2% del PIB. Tan en mantillas ha sorprendido la guerra en Ucrania a la industria militar europea, que EEUU también deberá agradecer al agresor del Kremlin el aumento de pedidos al Pentágono.

La UE ha cerrado filas ante la violación de la integridad territorial y soberanía de Ucrania, pero sigue habiendo diferencias internas sobre cómo contribuir a la defensa de ese país. Las fisuras se localizan fundamentalmente en flanco oriental, con democracias construidas sobre los posos dejados por décadas bajo regímenes comunistas y un espectro político que va desde la equidistancia con Rusia al rechazo. La invasión de Ucrania ha impulsado la cohesión el bloque del Este y reforzado la posición anti rusa que encabeza Polonia en la región y en el Grupo de Visegrado. La pinza que Varsovia hacía con el primer ministro húngaro Viktor Orban en Bruselas se ha debilitado.

Las ondas expansivas de la guerra en Ucrania se sienten en toda Europa. Las fichas del tablero se recolocan para una nueva partida. Es cuestión de tiempo que los efectos de las sanciones impuestas Rusia abran con su efecto boomerang nuevas grietas en el frente occidental, pero se han producido movimientos impensables hasta ahora. Suecia y Finlandia se replantean su condición de no alineados, pese a las amenazas de represalia de Moscú. Suiza ha roto su neutralidad sumándose a las sanciones contra el Kremlin. Los deseos de pertenencia a la UE y a la OTAN como paraguas de protección frente a Rusia se han multiplicado. Los Balcanes occidentales aporrean la puerta e incuso Kosovo aspira a ser miembro de la OTAN en previsión de un ataque de Serbia, aliada de Rusia y para mantener el orden regional. La UE ha tomado conciencia de que ha tomar las riendas de su destino, pero solo transitará fortalecida por los cambios geopolíticos que marcan la guerra en Ucrania si presta más atención a lo que mete en sus alforjas.

Fuentes: Para conocer el posicionamiento de cada país se ha recurrido a diversos artículos de EL MUNDO, ‘The New York Times’, ‘Politico’, ‘Corriere della Sera’, ECFR, tuits de los primeros ministros y ministros de Asuntos Exteriores de los países implicados, la embajada húngara en Washington y las agencias EFE y AFP.

Los datos de gasto en defensa de los países de la OTAN y su despliegue en el flanco este proceden de la OTAN, el SIPRI (datos de Rusia y Ucrania) y el Ministerio de Defensa español (despliegue en Letonia).

Redacción: Carmen Valero y Alberto Hernández.

Infografía: Alberto Hernández.

Dirección de arte: María González Manteca.