¿Cuántas tarjetas deberías llevar en la cartera?

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¿Cuántas tarjetas deberías llevar en la cartera?

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Una, dos, tres… De débito, de crédito. Lo cierto es que no hay una norma que establezca cuántas tarjetas se pueden llevar en la cartera. Algunos consumidores prefieren llevar solo una y otros parece que las coleccionen.

En España hay alrededor de 38 millones y medio de tarjetas de créditoencirculación, según el supervisor nacional, y casi 50 millones de débito. Más de una tarjeta por persona, de media.

Hay quien prefiere concentrar toda su operativa en una única tarjeta, pero la realidad es que llevar al menos dos encima puede evitar más de un quebradero de cabeza. Para empezar, a veces las tarjetas fallan, se pierden o se las traga el cajero.

Los expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com recomiendan llevar una segunda tarjeta gratis de repuesto por si la primera deja de estar operativa. «No hace falta llevarla físicamente, sino que se puede vincular a un wallet como Apple Pay o Google Pay y llevarla en formato virtual», añaden.

Además, se puede combinar una tarjeta de débito con otra de crédito, sobre todo a la hora de viajar. Por ejemplo, para alquilar un coche es habitual que la compañía exija que el cliente presente una tarjeta de crédito para retenerle una cantidad de dinero en concepto de depósito.

Una tarjeta de crédito también puede sacarnos de un apuro. A diferencia de las de débito, estas permiten pagar a plazos las compras. Eso sí, con un tipo de interés que, de media, ronda el 18%. «El truco es no financiar grandes importes y devolver el dinero lo antes posible para pagar menos intereses», explican desde HelpMyCash.

Tema aparte son los cajeros. Algunas tarjetas permiten sacar dinero gratis de todos los cajeros del mundo mientras que otras dan acceso a un número muy limitado de terminales. Una segunda tarjeta de otro banco puede evitar que el cliente tenga que recorrer varios quilómetros para sacar dinero o puede ahorrarle decenas de euros en comisiones al operar en el extranjero.

La tarjeta de débito de N26, por ejemplo, permite sacar dinero gratis tres veces al mes en todos los cajeros de España y de la eurozona y no cobra comisión por cambio de divisa. Banco Mediolanum, por su parte, permite a sus clientes sacar dinero cuatro veces al mes gratis en cualquier cajero de España y del mundo cumpliendo ciertos límites. Los titulares de la Cuenta Evolución de Mediolanum no pagan comisiones por las tarjetas.

Además, algunas permiten, incluso, ganar dinero, gracias a los cashback y a los descuentos. Quizá no todas sean las tarjetas ideales para el día a día, pero se pueden aprovechar para pagar las compras en ciertos comercios y llevarse unos euros de vuelta.

Ahorrar en gasolina es una buena excusa para tener una segunda tarjeta. Algunas, por ejemplo, devuelven hasta el 12% de lo que se gaste.

Por ejemplo, las tarjetas que entrega ING a los clientes que abren la popular Cuenta Nómina no tienen comisiones y devuelven el 3% de lo que se gaste en las gasolineras Galp y Shell. Además, ING permite sacar dinero a débito gratis en más de 48 mil cajeros nacionales.

La tarjeta de crédito WiZink Me devuelve el 3% del dinero gastado en moda, viajes, ocio o alimentación (la bonificación se aplica sobre las dos categorías que escoja el cliente) con un máximo de seis euros al mes. Es decir que, por ejemplo, se puede disfrutar de un 3% de descuento en restaurantes, supermercados como Mercadona, Carrefour o Lidl, etc. La tarjeta de crédito WiZink Me no tiene comisiones de emisión ni de mantenimiento.

La seguridad es importante. Los que sean reacios a llevar varias tarjetas encima por miedo a acabar perdiéndolas y que les vacíen sus cuentas pueden, simplemente, congelarlas. La mayoría de los bancos permite, hoy en día, apagar temporalmente las tarjetas y volverlas a encender en cualquier momento a través de sus apps, señalan desde HelpMyCash. De esta manera, se pueden mantener apagadas mientras no se usen y así, si el cliente las pierde o se las roban, no se podrían usar.

Otro tema delicado es si conviene tener varias tarjetas de crédito o, incluso, prescindir de las de débito. La decisión es personal y depende de la capacidad que tenga el cliente de gestionar sus finanzas. Algunos consumidores pagan todas sus compras con la tarjeta de crédito y devuelven el dinero a fin de mes sin intereses. Así pueden ver todos sus gastos en un único extracto. Eso sí, hay que calcular para tener el dinero suficiente cuando la financiera pase el recibo. Además, cada vez más bancos permiten sacar dinero gratis en sus cajeros con las de crédito.

Si se usan con responsabilidad, las tarjetas de crédito no tienen que ser un peligro. El problema llega cuando se usan varias sin ningún control, las deudas se multiplican y se empiezan a usar las líneas de crédito de unas para reembolsar el dinero de otras. Si se usan bien, da igual tener una que cinco.