La subida de tipos se ceba con las rentas medias y bajas y deja ya 350.000 hogares en situación financiera crítica

El BdE constata que la cifra de familias que destina más del 40% de sus ingresos a créditos e hipotecas como consecuencia del endurecimiento monetario se ha duplicado en apenas tres meses Leer

La subida de tipos se ceba con las rentas medias y bajas y deja ya 350.000 hogares en situación financiera crítica

El BdE constata que la cifra de familias que destina más del 40% de sus ingresos a créditos e hipotecas como consecuencia del endurecimiento monetario se ha duplicado en apenas tres meses Leer

La subida de tipos de interés está golpeando con fuerza a las familias que tienen créditos e hipotecas con interés variable, y en especial a las que presentan unas rentas más bajas. El Banco de España estima que las familias que destinan más del 40% de sus ingresos al pago de obligaciones financieras se ha disparado en los últimos meses, y desde el comienzo del proceso de endurecimiento monetario son ya 350.000 los hogares nuevos que están en una situación financiera crítica..

«En el caso de los hogares, se estima que la proporción de familias con deuda que pasarían a tener una carga financiera neta elevada aumentaría en España casi 4 puntos porcentuales. Este efecto sería más intenso en los hogares endeudados situados entre los percentiles 20 y 40 de la distribución de rentas», explicaba esta semana el máximo responsable del organismo, Pablo Hernández de Cos.

A finales del pasado mes de junio, sin embargo, el propio gobernador apuntaba, en una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Santander, que la proporción de familias con una carga financiera neta elevada había aumentado en casi dos puntos porcentuales. Aquella cifra representaba en torno a 175.000 familias, dato que se ha multiplicado por dos durante el verano.

Lo que se ha mantenido constante es el hecho de que los principales afectados son los hogares que están «entre los percentiles 20 y 40», esto es, esas rentas bajas y medias, y también que Hernández de Cos ha mostrado de manera reiterada su preocupación por este hecho.

Durante un largo periodo de tiempo, los tipos de interés se mantuvieron excepcionalmente bajos, lo que animó a muchas familias a contratar, por ejemplo, hipotecas a un tipo variable. Ese proceso también estuvo alentado por las entidades financieras, y el resultado es que ahora, con la fuerte subida en el precio del dinero que está aplicando el BCE para tratar de controlar la galopante inflación, esas mismas familias se están ahogando con los créditos suscritos.

Pero no son las únicas afectadas. El Banco de España también apunta su preocupación por la situación de las empresas y de las cuentas públicas. «El endurecimiento de las condiciones de financiación puede incrementar la presión financiera soportada por algunas empresas», explica Hernández de Cos en el primer caso, y añade: «En la financiación bancaria empresarial tienen un peso destacado los préstamos con vencimiento a corto plazo o a tipo variable, por lo que la traslación del aumento de los tipos de interés de mercado al coste medio de la deuda es relativamente rápida».

En el segundo, el organismo señala que desde 2007 se ha producido un crecimiento de la deuda pública, lo que «conlleva también una mayor sensibilidad de las finanzas públicas ante movimientos de los tipos de interés». «No obstante, la caída de estos observada en los últimos años y el alargamiento del plazo medio de la deuda, que se sitúa en la actualidad por encima de los ocho años, limita el impacto a corto plazo», añade. Según sus estimaciones «la carga financiera de la deuda pública aumentaría en España desde el 2,2 % del PIB a cierre de 2021 al 2,6 % en 2024».

Este endurecimiento se conjuga con una situación compleja en términos de crecimiento, tanto que el presidente de BBVA, Carlos Torres, apuntó ayer que España sufrirá una «leve» recesión durante el primer trimestre de 2023. Torres, que preside la entidad con uno de los servicios de estudios más potentes del país, destacó que «el entorno es muy desafiante, el más desafiante de las últimas décadas por las incertidumbres». Y explicó que cuando la economía estaba saliendo de la pandemia, «con bastante fuerza» y con cierta inflación que respondía a la reapertura de los mercados, «llegó la invasión de Ucrania».