42 palestinos heridos por la policía israelí en el tercer templo sagrado del Islam
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La policía israelí ha disparado este viernes balas de goma y granadas aturdidoras contra varios jóvenes palestinos que lanzaban piedras en la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, en el último acto de violencia en un lugar venerado por musulmanes y judíos por igual.
Al menos 12 palestinos han resultado heridos en los enfrentamientos ocurridos a primera hora de la mañana en el tercer lugar más sagrado del Islam, según ha informado la Media Luna Roja Palestina.
La policía israelí ha dicho que ha intervenido cuando cientos de personas comenzaron a lanzar piedras y fuegos artificiales, incluso en dirección al Muro Occidental, donde se reúnen los fieles judíos.
«Seguiremos actuando con decisión contra los alborotadores y los forajidos por la seguridad pública», ha dicho la policía en un comunicado.
Este mes ha habido enfrentamientos casi diarios en la mezquita. El Ramadán ha coincidido con la celebración judía de la Pascua, estas fiestas han atraído a cientos de miles de musulmanes y judíos al recinto fuertemente vigilado de la ciudad vieja.
La violencia había disminuido esta semana tras el fin de la Pascua y después de que Israel suspendiera las visitas judías a la enorme explanada que alberga la dorada Cúpula de la Roca, del siglo VII, y la mezquita de Al-Aqsa, del siglo VIII.
El Ramadán finaliza la próxima semana y el último viernes del mes de ayuno suele reunir a multitudes especialmente en Al-Aqsa.
Las autoridades israelíes han culpado de las tensiones de este mes a los grupos islamistas, incluido Hamás, que gobierna el enclave palestino de Gaza, diciendo que han animado a los jóvenes a organizar disturbios.
Los palestinos acusaron a Israel de no hacer lo suficiente para hacer cumplir una antigua prohibición de rezar a los judíos en la explanada. Israel rechaza esta acusación.
El complejo de Al-Aqsa se encuentra en la meseta de la Ciudad Vieja de Jerusalén Este, que Israel capturó en la guerra de Oriente Medio de 1967 y se anexionó en una medida que no ha obtenido el reconocimiento internacional. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital de un Estado que pretenden establecer en la Cisjordania y Gaza ocupadas.
